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Hoy me gustaría compartir con vosotrxs reflexiones que han surgido después del anterior alfiler. Me quedé un tanto impactada con la existencia de las agujas virgueras y he indagado un poco sobre este oficio antiguo que llega a nuestros días (aunque bastante transformado). Intentaré ir por partes.

EL OFICIO DE VIRGUERA.
Este antiguo y oculto oficio desempañado por alcahuetas o celestinas consistía en reconstruir el himen de mujeres en edad casadera para que pareciese intacto. Los utensilios principales que utilizaban las virgueras eran agujas finísimas, hilos de seda y ungüentos de hierbas. En los casos en los que el virgo se había perdido por completo, estas diestras costureras podían usar hojas o trocitos de pellejos animales para componerlo desde cero. Incluso podían colocar glándulas para que pareciera más real. Según escritos literarios las puntadas tenían que recibir rayos de luna para su curación.
No he podido averiguar si el éxito de dichas intervenciones era alto o bajo. Me ilusiona pensar que era alto y que ninguna mujer sufría males mayores que perder el virgo. Además, confío en la sabiduría que las virgueras podían tener.
Este oficio se desarrolló siempre de forma clandestina y pudo comenzar en la época romana. Se instauró de lleno en la Edad Media donde a su vez se perseguía y castigaba con extrema crudeza desde todos los estamentos.


ALCAHUETAS Y RECONSTRUÍDAS.
La alcahueta más conocida de la literatura española posiblemente es La Celestina, de la obra de Fernando Rojas. Se la describe con unas cualidades innatas para el engaño además de vieja y fea. También se cuenta que desarrollaba hasta 6 oficios: perfumista, maestra de afeites, maestra de labores, alcahueta, virguera y hasta hechicera. Perfectamente podría ser la descripción de una bruja, tan temida por sus conocimientos y subversión.
El origen de estas mujeres celestina era marginal por lo que se las atribuía cero principios morales. Desde la Iglesia se hizo una campaña contra ellas usando el argumento de ser amantes del Diablo. En la Edad Media, bastaba con ésto para que toda la sociedad las persiguiera.

Del otro lado estaban las mujeres que habían perdido el virgo y querían reconstrucción. Solían ser doncellas en edad casadera y de clases altas las que solicitaban estos servicios. De cara a la galería eran mujeres de Dios, aparentemente sumisas, recatadas en sus acciones y cortas en sus conocimientos pero en la intimidad, no dejaban de ser adolescentes sexualmente curiosas.
Ellas no eran las únicas. Criadas y prostitutas también lo hacían aunque en estos casos, de forma obligada y/o por motivaciones distintas. Independientemente del status de la mujer, era un proceso clandestino donde se corría el riesgo de recibir una condena severa por parte de la justicia y un estigma de por vida por parte de la sociedad.


POR QUÉ SE PLANTEA UNA MUJER RECONSTRUIRSE EL HÍMEN.
En primer lugar, me gustaría apuntar que la ausencia de virgo no genera problemas de salud ni es un problema sanitario en sí mismo. Decir también que en la actualidad, esta práctica se sigue realizando aunque en clínicas privadas, con instrumental más evolucionado y otros conocimientos.
La duda que me surge es: ¿Por qué se reconstruye el hímen una mujer? ¿Para qué?
Los motivos de las mujeres contemporáneas no puedo definirlos. Pero hay una parte de mí que intuye que no difieren mucho de los que tenían las mujeres medievales ( con matices de contexto, por supuesto).

Sin entrar en mucho detalle, voy a dar dos claves que pueden aportar luz para responder a la pregunta.
La primera es que en la Edad Media la Iglesia consiguió imponer una creencia que, aunque fue "vendida" como religiosa, más bien se trataba de control de masas para mantener el patriarcado. El valor de una mujer de Dios (que eran las que podían tener valor) era directamente proporcional al estado intacto del virgo y su fecundidad. Era importante inculcar esta idea de forma generalizada para que entre todxs se mantuviera el orden. De esta manera, sobre la mujer recaía el peso de: mantener el honor de la familia (con su estado virgen) y tener hijos (cuantos más, mejor). Para mantener el honor, se llegaba a encerrar a las doncellas bajo llave hasta que fueran desposadas ya que así se evitaban muchas tentaciones. En cuanto al tema de lxs hijxs, ésto dependía de muchos factores pero normalmente la ausencia de ellxs era culpa de la mujer.
Y la segunda clave es la práctica del matrimonio de conveniencia. En este tipo de alianza, el "valor de la mujer" era lo que ofrecía la familia de la novia como atributo. Una mujer podía ser rechazada por su esposo si la noche de bodas no sangraba. Eso era una gran deshonra familiar y podía poner en peligro grandes acuerdos entre familias lo cual podía ocasionar desequilibrios en el poder.
De esta manera, las mujeres de Dios se veían obligadas a pedir los servicios de una virguera por creencias cristianas relacionadas con la virginidad y/o por miedos sociales. En el caso de mujeres del Diablo, los principales motivos eran conseguir dinero o poder.

La conclusión general a la que llego es que las mujeres pagaban por reconstruirse el hímen, el cual les pertenecía pero sobre el cual no gobernaban. En una sociedad patriarcal como la de la época, muchas mujeres encontraban maneras de saltarse las normas (las desvirgadas) y muchas otras, iban contra el sistema (virgueras).

En este texto no he querido entrar en detalles muy profundos. Y tampoco quisiera generar ningún debate.
LO QUE QUERÍA RESALTAR ES LO SUBVERSIVO Y REVOLUCIONARIO DE UN ACTO QUE SE LLEVA A CABO CON AGUJA E HILO.
Las agujas virgueras salvaron física, moral y socialmente la reputación de muchas mujeres.


Textos consultados:
- Historia de la alcahuetería. La Celestins. IES Jaranda.
- La alcahueta en La Celestina y Samay Matrika. Una reflexión sobre la figura de la mediadora en las dos obras. Preeti Pant. Universidad de Valladolid.
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https://cvc.cervantes.es/.../arcipreste_hita/05/belalia.htm

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